El otro día hice una encuesta en mi twitter y salió como ganadora la opción de que os contara mi itinerario por Nueva Zelanda. Como lo prometido es deuda, aquí os dejo el viaje que hicimos mi marido y yo.
Un par de consideraciones previas importantes:
Nuestro avión. Vamos, no es nuestro, pero que subimos en él. Ya podríamos, ¿eh? |
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Nosotros volamos con Emirates, tanto desde
Madrid como desde Dubái. Como queríamos recorrer todo el país, en Sidney
cambiamos y entramos por Christchurch, una ciudad importante de la isla sur,
por lo que el viaje de ida fue un poco más largo que el de vuelta, que volvimos
directamente desde Auckland. Aunque creo que sale más caro, mi experiencia
volando en Emirates es muy positiva sobre todo teniendo en cuenta que hay que
hacer trasbordo en algún lado y Dubái es un aeropuerto enorme. Emirates opera
todo en la misma terminal y esa es enorme. Imaginaos cambiar entre ellas. Una
locura. Y más si tenéis la conexión en breve.
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Para hacer el viaje, alquilamos una caravana
utilizando este enlace.
Os recomendamos encarecidamente que la llevéis prealquilada desde vuestro país
de origen. Al ser un país muy preparado para ello, tenéis varios comparadores
en internet. También os recomendamos encarecidamente la aplicación wikicamp
para free camping.
Aterrizamos en una de las principales ciudades de la isla
sur. Para llegar al hotel, cogimos el servicio shuttle, del que os hablaré de
tips para viajar a Nueva Zelanda.
Esta ciudad la voy a llamar la ciudad de los resistentes.
Han sobrevivido a varios terremotos devastadores y al desgraciado acto
terrorista en las dos mezquitas. Estuvimos viendo las flores y os juro que
sobrecogía el corazón.
La ciudad tiene un centro muy interesante y está en constante expansión. Desde
aquí cogimos un bus al aeropuerto de nuevo y allí recogimos en Mighty Deuce
nuestra caravana.
Nuestra primera parada fue la colonia francesa de Akaroa. Se
supone que íbamos a hacer un crucero para nadar con delfines de Héctor, pero la
cancelaron por mal tiempo. El pueblito vale la pena visitarlo. Nosotros
dormimos en el Holiday Park de Akaroa.
Después de Akaroa, visitamos el lago Tekapo y el lago
Pukaki. En el lago Tekapo fuimos a una reserva de cielo oscuro para ver cómo se
desplegaba ante nosotros la magnificencia del cielo nocturno en todo su
esplendor. Vía láctea incluida.
La ciudad Steampunk por excelencia. A primera vista parece
una ciudad costera más, pero tiene un distrito victoriano llena de pequeñas
tiendas y restaurantes con encanto, además del museo steampunk, que harán las
delicias de todos los amantes de esta tribu urbana.
Hicimos una pausita en nuestro viaje para visitar este
ecosantuario. Nueva Zelanda se caracteriza por tener unas especies muy
diferencias del resto del mundo de pájaros, que se pueden ver en libertad en
esta reserva. Muy recomendable también es su cafetería con una gran selección
de comida vegetariana y vegana.
Paramos en Te Anau a repostar y nos metimos de lleno en el
parque nacional de Milford Sound. Antes de meteros allí, sabed que en unos
200km no tendréis manera de poner gasolina, así que id hasta los topes. Hicimos
parada cerca del propio Milford Sound y
desde allí salimos por la mañana. Llovía a mares, así que sólo pudimos hacer el
crucero, sin ver apenas nada, y ver el acuario invertido que allí tenían, pero
nos suspendieron el kayak.
La ciudad de los deportes de aventura por excelencia. Allí
había un ambientillo que no lo vimos en ninguna ciudad más de la isla sur. Muy
enfocada al turismo, sobre todo vive de su hermoso lago, el cual bauticé como
el “lago Harry potter” porque es igual que la cicatriz de Harry (realmente el
lago se llama Wakatipu, pero lo mío quedaba más cuqui, ¿o no?).
Debido a un incidente con un puente roto, nos jorobó un poco
la ruta inicial que consistía en visitar los dos glaciares. Al final, sólo
pudimos visitar uno de los dos después de un viaje de 10 horas. En Franz Josef
paseamos por el glaciar, toda una experiencia.
Hicimos parada técnica en Hokitika, un pequeño pueblo
costero que nos conquistó por lo encantador que era y por sus buenas gentes.
Vale la pena pasar, aunque sea para descansar un momento del viaje.
¿Habéis visto la horrorosa película de “La playa” de
Leonardo Di Caprio? Pues sus playas podrían haber salido perfectamente en ella.
Tiene varias rutas, algunas de días. Nosotros hicimos una de tres horas y vimos
un par de playas impresionantes. Lo malo es que la cogimos en marea baja.
Comimos en el restaurante de al lado de Abel Tasman y la verdad es que muy
apañado.
Desde ahí cogimos el ferry hasta Wellington, en la isla
norte. Hay dos compañías para coger el ferry, Interislander y Bluebird. Nosotros
cogimos el segundo. Te embarcan con la caravana y te hacen luego bajar.
Tardamos unas tres horas en cruzar ese pequeño estrecho que se ve en los mapas.
Llegamos a Wellington bien temprano por la mañana con la
caravana y lo único que hicimos en la capital fue ir al Weta Workshop, en donde
hicimos un tour por los estudios que tienen, incluidos originales de diferentes
películas en las que han trabajado.
Luego fuimos a la zona del lago Taupo en la que pasamos
varios días, viendo el lago y visitando la zona. Estuvimos también en Rotorua y
vimos el Orakei Korako, un parque geotermal impresionante.
Pasamos dos noches en Auckland para poder descansar y coger
fuerzas para viajar las 26 horas de vuelta. En Auckland devolvimos la caravana
y dormimos en un hotel estupendo en pleno centro, al lado de la Queen Street.
Desde ahí, cogimos el avión y volvimos a España, esta vez sólo parando en
Dubái.
Eso es un viaje!!! Espectacular, disfrutando de cada rincón y en plan de "luna de miel" ¿Se puede pedir algo más? Nananá. Un abrazo enorme, qué buenas fotos tomaron
ResponderEliminarLa verdad es que fue un viaje muy intenso :) ¡Precioso!
EliminarGracias por comentar, Scabbs :)