Continúo con mi andadura en el maravilloso mundo de “me abro
a otros géneros literarios” en el que últimamente estoy trabajando. Pues bien,
si de esto han salido libros tales como Como ser feliz (aún estoy traumatizada), también han salido
libros como el que hoy reseño, Manual para las mujeres de la limpieza, de
Lucia Berlin, editado por Alfaguara en España, que sí puedo decir con
sinceridad que me ha gustado bastante y que he sacado temas memorables y sobre
todo, muchas carcajadas.
Manual
para las mujeres de la limpieza es un recopilatorio de cuentos de la autora
norteamericana Lucia Berlin, nada conocida en nuestro país y que cuya aparición
supuso el pistoletazo de salida para el romance que parece que las editoriales
van a empezar a vivir en esta rentrée literaria de este año. Aplaudido por la
crítica hasta la extenuación, avalado por unas buenas ventas, ya era hora que
le echara el guante, sobre todo después de que mis compañeras me insistieran en
él varias veces.
Todos
los cuentos me han dejado el regusto de que en cada uno de ellos la autora nos
ha dejado un pedacito de su vida y de sus vivencias. Algunos son divertidos,
otros tiernos y algunos, tristes. Tiene un estilo directo, fresco, poco dado al
artificio y posee la enorme cualidad de la recreación de ambientes con lo que parece ser una facilidad pasmosa.
En un momento estás en una sala opresiva, en otro en medio de Texas, en un bus,
en una iglesia, en un colegio… las imágenes que transmite son tan vivaces que
se adueñan de los pensamientos del lector de forma casi automática. La autora
tiene tal potencia narrativa que a uno se le olvida que de vez en cuando repita
alguna que otra cosa. Además, el estilo que tiene es potente y sencillo, por lo
cual resulta muy eficaz para lo que precisamente nos quiere transmitir.
Si es
cierto que en varias ocasiones repite temática y que en algún que otro momento
se me llegaron a hacer un tanto pesados, pero por lo general, me ha parecido un
descubrimiento al mismo nivel que el de Shirley Jackson, que por desgracia
pertenecen a ese grupo de autoras norteamericanas olvidadas por el gran público
hasta ahora, que varias editoriales han hecho el trabajo de traerlas a nuestras
vidas.
Además
se puede leer el libro desde muchas ópticas, desde la propia novela hasta el
manual de autoayuda, ya que esta obra de autoficción incluye información sobre
las muchas actividades y sucesos que la escritora vivió en su tormentosa vida.
Fue profesora, enfermera, mujer de la limpieza, madre, hija, nieta, esposa…
todo eso lo plasma en esos cuentos que te desgarran por dentro a la misma vez
que te sacan la carcajada espontánea.
Ha sido
desde luego un descubrimiento feliz. Tan feliz que probablemente lea las otras
historias que la autora tenga que contarme. Ha conseguido sorprenderme y
enternecerme, a la vez que consternarme y entristecerme, algo que no pasaba
desde hacía mucho tiempo. He de decir
que sí, que definitivamente, os recomiendo la lectura de este libro, ya os
guste cualquier género o si buscáis una buena novela. Puedo decir con
seguridad, y eso no pasa a menudo, que este libro puede gustaros si buscáis
algo que os remueva las tripas por dentro de diferentes maneras. Un deleite
lector de los que no surgen tan a menudo.
Así a botepronto, me ha recordado a la recopilación de cuentos La costilla (asada) de Adán, de Carmen Rico-Godoy, la autora de Cómo ser una mujer y no morir en el intento, que me gustaron mucho. Tendré que echarle un vistacillo.
ResponderEliminarNo sé si es exactamente como tú dices, pero sí, dale la oportunidad. Creo que esta autora te va a gustar :)
Eliminar